Con gran afecto, recibimos a nuestras alumnas de 4° medio, sus familias y apoderados, para celebrar  la tradicional “Misa de envío”, ocasión en la que, a través de un encuentro espiritual en la capilla de nuestro colegio, encomendamos a Dios y a la Virgen, que acompañen y guíen a nuestras estudiantes en la finalización de esta importante etapa escolar y en el inicio de nuevos desafíos para su vida futura.

Para nuestras alumnas de 4° medio, estos años de pandemia, han calado profundo en su historia estudiantil.  Han sido dos años en los cuales no han podido participar presencialmente de las actividades académicas ni disfrutar de las celebraciones propias de este término de la etapa escolar.   Sabemos que no ha sido fácil, pero estamos seguras de que ellas, han aprendido el valor fundamental de la familia, la salud y la vida.

Hoy es el momento para agradecer todas las bendiciones que recibimos a diario, es la oportunidad precisa para recordar que la vida es hoy, y vale la pena vivirla haciendo el bien, dejando huellas de bondad en cada paso, que serán semilla y refugio en los momentos de dificultad.  Que la fe, acogida y servicio, sean sellos indelebles de amor en el corazón de cada una de nuestras estudiantes.

Que Dios y la virgen les acompañen siempre en su caminar.