Con profunda alegría y dedicación, la comunidad educativa celebró a Sor Irma sus 90 años y una vida entera entregada a la educación, desde el año 1949, en que llega a nuestro país con una convicción y compromiso: Servir a Cristo, bajo el espíritu inculcado desde el Beato Tomas Reggio, con Fe, servicio y acogida. Un abrazo de agradecimiento y regocijo por lo que significa y ha significado su presencia en las vidas de tantas personas a lo largo de estos años.

En la tradicional misa de envío de cada año, cientos de alumnos de cuarto medio de distintos colegios católicos de la ciudad, recibieron la bendición que se entrega a los alumnos que están prontos a egresar. En la oportunidad, se les encomendó la misión de ser portadoras de luz,  un mensaje conciliador y paciente para esperar aquellos mejores frutos que nos entrega la vida.

Cómo cada año, se lleva a cabo el tradicional Bingo, abierto a la comunidad, a fin de captar fondos para el bienestar de las alumnas y los proyectos que presentan como Centro de Alumnas. El Centro de Padres, como organizador de la actividad, prepara aquel día junto a distintos estamentos del Instituto, para hacer vivir un grato momento de entretención y convivencia familiar.

Con la presencia de colegios invitados que se sumaron a una muestra científica organizada por el departamento de Ciencias del Instituto, expusieron inventos y demostraciones del funcionamiento de diversas sustancias e instrumentos del ámbito.

 

A través de esta imagen de la Virgen que visita colegios, escuelas y liceos, la idea es que los niños la conozcan, la quieran, la admiren y sepan que en cada visita, su Madre les lleva algo especial para ellos y su colegio; que experimenten el amor y preocupación que Ella tiene por todos y que a través suyo los papás y la familia completa también la conozca.

Nuestro Instituto la acogió y compartió su presencia, agradecidos por la bendición y protección que cotidianamente nos entrega.