Para facilitar y atender el cuidado de los enfermos, empieza a funcionar el policlínico desde el año 1949 en Curicó. Es aquí donde desarrolla su apostolado Sor Celeste (Luigia Redaelli) desde su fundación, sirviendo como buena samaritana a toda clase de personas.

A la entrada de una sala de espera de gran tamaño, frente a una pieza pequeña donde ella comenzó a atender a los enfermos y siempre habían muchos, como ella contaba.

El 20 de enero de 1963, Sor Celeste recibe un importante reconocimiento del municipio curicano, a través de un diploma de honor por su vida de servicio.

Sor Celeste, la religiosa italiana que a los 17 años experimentó el llamado de Dios y que, como señalaba ella,  se veía en sueños “atendiendo a enfermos”, sería luego enfermera profesional, con un título otorgado por una Universidad italiana el 30 de Junio de 1945.

Hoy, 2 de mayo de 2013, deja de existir, con una vida plena de entrega, y será de la comunidad de quien goce los honores y respetos por una mujer que hizo de su vida un “servicio por la vida”.

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