En este bello mes, como es tradición, vivimos cada curso y cada integrante del Instituto, la oración diaria, en la cual entregamos nuestros actos como ofrenda de amor y también damos gracias por todo lo que Dios nos regala cotidianamente.
En la ocación, el 4to contador preparó con especial delicadeza su turno de honrar a la Madre María.
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