Una cordial bienvenida se le brindó a Sor Mónica, superiora de la congregación que nos ampara. Luego de casi un mes de estadía en Italia, en las reuniones periódicas que se organizan para analizar el contexto y futuro de las distintas obras de Santa Marta, presentes en todo el mundo.

Se aprovechó la oportunidad del desayuno para acogerla, como parte de nuestros valores como Institución, cuando un integrante de la familia se ausenta y retorna.